Tras saltar bien en Ayódar
y de pasar sobre un puente,
vuelvo a saltar en mi un pueblo,
llego a mi pueblo, Fuentes.

Veo a derecha unas villas,
plaza la Iglesia, enfrente,
y situada en el centro
a su emblemática fuente.

Bajo grandes plataneros
que saben plantó Vicente,
se resguardan los vecinos
huyendo de un sol hirviente.

También allí se ve un bar,
dentro y fuera está la gente,
juegos, bulla, parloteo,...
lleno de vida, se siente.

Alguien contaba un chiste,
alguien bastante ocurrente.
Después de mil detenciones,
sí, era un gran delincuente,

cuando lo apresan los guardias
y va y lo riñe el teniente,
el hombre rompe a llorar,
se avergüenza y se arrepiente.

Uno a otro le decía
si sería conveniente
el deber regar mañana
o para el regón siguiente.

Que a Mijares-Espadán,
la natural ley vigente,
le impone dificultades.
Le ley es muy exigente.

Un familiar catalán
de este pueblo descendiente,
partida de dominó busca
pues siempre tiene aliciente.

Sigo por Plaza Segarra,
sigue siendo el sol caliente.
A la sombra, unas mujeres,
conversación confidente.

“Ha llegado la irlandesa
con un Ferrari imponente,
con su farruco marido,
que creo es de Ludiente”

De la dicha plaza salen
tres calles con gran pendiente,
calles que suben y bajan
con un desnivel patente.

Calle Alta, calle Baja,
calle Estrecha, todo silente.
Hay que saber pasearlas
con ánimo complaciente.

Sigo por la calle Horno
con un paso algo doliente
hasta llegar a otra plaza
con caminar ya sufriente.

Entre verdes y marrones
sus casas blancas, lucientes,
destacan en el paisaje;
hay que verlo, no lo cuente.

Recorriendo hoy mi pueblo
despertó mi subconsciente
sueños de niñez antigua
que asomaba reticente.

¡Qué verdes los pinos son
al llegar el Sol Naciente!
¡Qué verdor, qué olor,
desde Oriente hasta Occidente!

Sol de fuego lo abrasó,
un gran Sol de fuego ardiente,
Mis verdes pinos no están.
Soy un enano impotente...

¡Qué verdes los pinos eran!
¡Qué paisaje deprimente!
¡Qué negror, qué dolor!
La piedad estaba ausente...

Claro, nos queda un gran río
aunque con poca corriente,
será de río aprendiz
pues lo veo insuficiente.

Y todos de acuerdo estamos
que es necesario, urgente,
que muchas veces nos llueva,
algo que sí es infrecuente.

Pozo Negro, Cantarera,
Perejil, no siga, miente
aquel que diga que el agua
no es muy fresca y transparente.

Zailes, Solana, Bailía,
son de una altura eminente.
Todos desean clavar
al cielo su arpón hiriente.

Todos aspiran a ser
el pico sobresaliente,
pero a todos ellos gana
Vago, el más prominente.

Ante el pueblo está la huerta,
que sirva de referente,
llena de anchos caminos
de fabricación reciente.

Ha sido una gran tarea,
de ello soy muy consciente,
en eso estamos de acuerdo,
una tarea ingente.

Ahora falta el de la Umbría,
no creo ser imprudente
si aquí estoy pidiendo ahora
que se sea consecuente.

Todos conformes estamos,
¡hasta el terrateniente!
¿Cuándo el camino la Umbría?
¿Cuándo será conveniente?

En agosto está la huerta
magnífica, esplendente,
con toda clase de frutos,
supermercado excelente.

La Comisión de Regantes
piensa acertadamente
que para arreglar acequias
necesita ser solvente.

Pesetas hay que pagar,
o moneda equivalente
pues ya la peseta tiene
otra moneda suplente.

Todos debemos pagar
nos repite insistente,
que con quien riegue y no pague
no será nada indulgente.

En la fuente del Cañar,
con espíritu paciente,
buscamos llenar de agua
cada cual su recipiente.

Junto al Cañar, el embalse,
bálsamo permanente
cuando el caluroso agosto
se muestra tan inclemente.

Con las garrafas llenas
tomamos el ascendente
para terminar arriba
jadeantes, lentamente,...

En la plaza mercancías
nos ofrece un intendente,
que vayamos a comprarle
es cosa harto frecuente.

Más si usted quiere comprar
no debe ser impaciente,
le aconsejo pedir turno,
lo digo sinceramente,

pues si se pasa la tanda,
alguien con voz muy... prudente
le impedirá que otra vez
lo repita. ¡Ni lo intente!

El Ayuntamiento en pleno,
en el pleno y plenamente,
trabajó por los mayores
de manera convincente.

En agosto inauguró
un local que, felizmente,
dedicado a jubilados
pagó el contribuyente.

En este nuevo local,
para el futuro y presente,
disfrutan los pensionistas
junto con el presidente.

Les gusta jugar al bingo
a la mujer y al pariente,
sobre todo ahora que tienen
un bingo más resistente.

Pero prohibir el fumar...
¡Hay que ser benevolente
pues ya el bingo te prohibe
poder hablar libremente!

La Asociación Cultural
es una entidad, un ente,
que tiene por objetivos
el corazón y la mente.

Del Certamen Literario
es un magnífico agente
ya que en la Gavilla Verde
muestra su arte el escribiente.

Invito a participar
a todo aquel residente
que piense que la lectura
es nuestro mejor docente.

En la música, la banda
es placer para el oyente,
disfrutamos todo el pueblo
con gozo concupiscente.

Y podría hacer más cosas
si tuviera suficiente,
pero es que esta asociación
es en euros deficiente.

Como en años anteriores,
en dos mil dos igualmente,
con la ayuda de los socios
para no ser indigente,

la Comisión de las Fiestas,
con afán de adolescente,
ha buscado toros bravos
para algún mozo valiente.

Concursos, bailes, teatro,
cada cual más prepotente,
y otros muchos espectáculos,
sólo falta.... parapente.

Luego... la tarde de toros.
Todo cambia en el ambiente.
Y cuando el toro “embolao”...
necesito un astringente.

Es la fiesta nacional.
Es la fiesta trascendente.
Llenos balcones y plaza...
¡Esta fiesta es diferente!

Todos nuestros concejales
y con su alcalde al frente,
se esfuerzan por nuestro pueblo
pues es su mejor cliente.

Tiene una prioridad
nuestro equipo dirigente.
Acabar su propia casa
es su idea preferente.

Hará un nuevo Ayuntamiento,
que ya dura eternamente,
y cinco viviendas más,
si nadie me lo desmiente.

También una carretera,
hasta hoy inexistente,
que nos lleve a Torrechiva.
Nuestro alcalde es combatiente

y sabrá seguir pidiendo
que se abra el expediente
hasta que Consellería
se muestre más diligente.

Podemos ya usar el móvil
como cualquier ser viviente.
Puedo llamar a Clotilde,
puedo llamar a Clemente

y llamaré a quienquiera
de este u otro continente.
No es un capricho más,
es comodidad creciente.

Nos nacerá una piscina,
nos nacerá sin simiente,
es el hijo del embalse,
es el hijo independiente.

Habrá que curar el agua
con un amor de creyente
y así poder evitar
que se vuelva pestilente.

Alguien tendrá que cuidar,
habrá que serle obediente
pues pienso procurará
que no haya un accidente.

Espero que con la piscina
todo el mundo se contente
y allí pueda hacer el muerto
o pueda hacer el durmiente.

Celebramos San Antonio,
nuestro santo penitente.
Y celebramos San Blas,
al que no falta ni un diente.

Y cuando llega el agosto,
con una fe muy ferviente
damos vivas a la Virgen
con un fervor reverente.

Hace años que emigré,
por trabajo, es evidente.
Hoy al pueblo regresé
con bastón y sonriente.

Y ahora quisiera yo ser
una persona elocuente
para poder expresar
de manera fehaciente

las bellezas que encierra
esta sierra sorprendente.
Muchas tierras recorrí
desde Levante a Poniente

pero ninguna de ellas
su comparación consiente
con mi querido pueblo,
con mi querido Fuentes

autor: Juan M.Valer Córdova Agosto 2003