CUEVAS NATURALES
CUEVA DE LOS JUDIOS
Está ubicada en termino de Torrechiva, pero dado el paraje y su accesibilidad esta más cercana a Fuentes que a este otro pueblo. Se encuentra en la vertiente Este-Noreste de "El Higueral" entre las dos cumbres, apenas definidas en el terreno, que este monte tiene, en una pequeña explanada bajo ellas, cuidado porque debido a la maleza y pese a sus buenos diez o doce metros de diámetro que su boca tiene, no sería difícil caer dentro.
Su formación no es puramente Karstica, aunque se encuentre en una zona calcárea, sino más bien debido a una diaclasa que se extiende en dirección NE-SO.
Por su boca en forma de embudo se le llama "Sima de los judíos", ( "Cima", en el habla local). El primer salto tiene unos 15 metros de profundidad, llegando a una plataforma formada por derrumbes y sedimentos producidos por las lluvias.
En sentido SO desciende acusadamente, (se necesita ir encordado para seguridad) unos 150 a 200 m de longitud por unos 30 a 40 m de profundidad debiéndose salvar algunas caídas de varios metros provocadas por derrumbes. En esta parte finaliza la zona accesible con nuestros medios al estrecharse las paredes y deberse salvar la obstrucción con material más sofisticado. En todo momento el techo de la diaclasa se mantiene constante por lo que su altura, en este punto rondará los 30m.
En sentido NE la primera plataforma se encuentra bloqueada de forma impresionante por grandes bloques de roca. En una de las entradas que hicimos fue Miguel Baixauli, (mi primo) quien tras subirse a curiosear por allí, descubrió un paso entre los bloques que nos permitió avanzar por esa galería la zona más bonita de la sima, una sala de más de 40 m de larga por una altura similar, con una anchura de unos diez metros, con la pared de la derecha regada de estalactitas toda ella en una gran cascada de calcio.
Por esta parte la longitud es algo mayor que la anterior, pero penalizada la marcha por la dificultad de las distintas zonas a atravesar que la hacen parecer más extensa.
Advertencia: Para entrar hace falta equipo de espeleológica y/o de escalada. No juguéis con esta sima. Mucho cuidado, además, si ha llovido en días anteriores porque las paredes estarán sumamente resbaladizas y con ello todo el material a utilizar se embarrará

CUEVA DE PEÑALTA
Situada frente a "La Jarica", no exactamente en peñalta, sino a su izquierda, sobre una cantera, más bien cinturón de roca que se extiende a media ladera y fácilmente reconocible desde la carretera, mirando con La Jarica en la espalda. (Se distingue el cinturón rocoso, la cueva ni por asomo).
Es una versión muy reducida de la sima de Los Judíos, agradable de visitar y mucho más sencilla de acceder que la primera, pese a todo sigue siendo imprescindible material de espeleología y algunos conocimientos de rappel para descender.
El acceso es fácil pero debido a lo diminuto de su boca es imprescindible que alguien que la conozca nos acerque hasta la misma, de lo contrario existe un 99% de posibilidades de no encontrarla.
Como opinión personal es una actividad recomendable antes de acometer una primera entrada a Los Judíos, dará practica y le quitará impresión a esta última.

CUEVA DE ZAILES
Es una sima producida por el hundimiento del terreno blando y sedimentario existente bajo una capa de roca consistente.
Su ubicación se encuentra a la derecha del llano de Zailes, a dos tercios de su longitud, tal como se accede al mismo desde la pista forestal que va hacia Macasta.
Su profundidad es de una decena de metros y tiene dos bocas separadas entre si varios metros. No tiene ninguna mención en su interior que es muy parecida a la de Caminejos, salvo que en este caso las bocas se encuentran en la bóveda, y hay que descender rappelando en voladizo.
Se necesita material de espeleología para acceder y alguien que nos indique el lugar exacto.

CUEVA DE CAMINEJOS
Se encuentra en una loma a la izquierda y un poco adelante de la partida de LA BAILIA tal como se accede a esta. La boca se encuentra junto a unas carrascas, abundantes (?) en la zona antes del incendio del 94.
No tiene nada de especial, es una especie de sumidero de unos 15 metros de profundidad con una pendiente pronunciada pero al que se puede acceder con una simple cuerda de apoyo.
A decir de Joaquín (El abejorro) y de Vicente Sebastiano, a quien debemos el encontrar muchas de las cuevas y agujeros que hemos visitado, esta cueva sirvió de habitación esporádicamente durante antiguos periodos de tiempo, siendo el último datado en los finales de los años 30, (varias gitanas y un desertor, no se sabe de que bando).

vista general
detalle
derrumbe
CUEVAS DE PEÑASCASICAS
El conjunto de cuevas que estaba situado en el cortado, seiscientos metros antes de llegar a Fuentes estaba constituido por seis oquedades la mayoria realizadas por la mano del hombre, debían ser de época morisca pero no hay restos de ninguna clase que puedan confirmar dicha opinión; Quien sabe si también estos últimos aprovecharon las cavidades, caso de ser anteriores a ellos. Las más observadas eran las dos superiores casi perfectamente cuadradas y con paredes lisas en su interior, tanto las verticales como las horizontales, techo y suelo, estos levemente inclinados hacia el exterior.
Su profundidad era la misma que la longitud de cualquiera de sus lados, prácticamente cubos perfectos. El que sus paredes no tuviera fisuras apreciables, muy al contrario que los cuatro restantes nos ha hecho suponer que en un principio pudieran ser huecos naturales en la roca, ampliadas posteriormente para su uso como refugio, eliminando las partes más frágiles hasta dar con materiales más firmes.
Estaban completamente vacías, tan solo una caña seca de un metro se encontraba en el suelo de la cavidad inferior.
Tres huecos de apenas metro y medio de profundidad, excavados en las paredes bajo y a la derecha de las dos primeras; Paralelas a la carretera y solo vistas desde el monte de enfrente o desde el borde superior del cortado no eran más que eso, huecos donde cobijarse, que podían ser alcanzados desde los pequeños bancales que existen todavía en la zona. Su acceso debió ser fácil antes de la construcción de la carretera, ya que un servidor y su primo Miguel bajamos por nuestro propio pie, sin ayuda más que de nuestras manos y sin grandes dificultades por ese rincón donde están los bancales.
La única cueva propiamente dicha, con muestras reales de estar excavada es la que no se ve desde ninguna parte. Tapada por un matojo de aliagas y coscoja, de apenas setenta cm de altura por un metro veinte de ancho estaba a unos cinco metros debajo de la cavidad cuadrada inferior.
Una vez se ha localizado, más tarde se puede entrever entre los matorrales, pero si no se sabe que está allí... "Tarari que te vi".
Se componía de dos pequeñas salas, una primera donde cabiamos cuatro personas y una altura de metro y medio y una segunda algo mayor a continuación de la anterior algo mayor con dos galerías, si se le puede llamar así a unos túneles donde apenas a gatas se podía avanzar. La primera galería tomaba la dirección interior de la montaña y estaban cegada a apenas cuatro metros de la sala principal, la segunda galería, paralela al cortado barrenada que caía sobre la carretera, era bastante más larga, pero su mal estado, parejo al del resto de la pared que se derrumbo y dejo incomunicado al pueblo, no daba garantías de poder entrar.

En esta cueva notamos que había corriente de aire, lo que de alguna forma indicaba una continuación hacia el exterior en algún punto.
Queda otro agujero que daba al cortado principal, sobre la carretera y solo visto desde el monte de enfrente. A este intentamos llegar en dos ocasiones pero no lo conseguimos. Calculando la pared eliminada durante las obras de la carretera creemos que podría ser la salida de alguna de las galerías de la cueva anterior.
En la parte superior del cortado a unos cinco metros del borde había un agujero cegado junto a la pared de un bancal, por este salía corriente de aire, estuvimos muchas veces tratando de abrirlo, pero el tamaño de las rocas que lo tapaban y su encaje debido al mucho tiempo que debían llevar allí no nos lo permitieron.
Hay que hacer constar que esas cuevas años atrás fueron de fácil acceso, y que debido a las voladuras durante la construcción de la carretera y más tarde en las realizadas para despejar la misma tras el derrumbe, dañaron en gran medida el ya de por sí frágil estratificado de la estructura rocosa del lugar. Con lo que por desgracia intentar inspeccionar lo que queda puede resultar peligroso, y sin duda, añadir que las posibles galerías si las hubiera, ya estarán impracticables.
Comentarios y descripciones de las cuevas:Antonio Ferrer de Gracia